Vamos a hablar en este artículo de un término fundamental, no sólo en el ámbito empresarial, sino también en cualquier ámbito de la vida en general: la proactividad. Veremos la relación entre este concepto y marketing y cómo esta unión impacta directamente en los resultados de nuestro negocio.
Antes de comenzar, me gustaría añadir la definición que hace la RAE:
Una actitud proactiva es la de cualquier persona o empresa que toma activamente el control y decide qué hacer en cada momento anticipándose a los acontecimientos.
Contenido de este artículo
¿Qué significa ser proactivo?
Ser proactivo significa pasar a la acción y salir de nuestra zona de confort. Decidir emprender acciones nuevas que se conviertan en hábitos para obtener unos resultados que llevamos tiempo buscando. Seguro que últimamente has oído hablar de este término tan de moda, “zona de confort”. Mejor que yo, te lo explica la coach y conferenciante María Mikhailova en este post en el que explica qué es la zona de confort y cómo ella logró el éxito cuando decidió salir de ella. A mí me sirvió de inspiración para llegar hasta aquí y espero que a ti te ocurra lo mismo.
Pues bien, una vez que decides dar el salto hacia lo desconocido (o salir de la zona de confort), es decir, tener una actitud proactiva y tomar las riendas de la situación, te adelantas a los acontecimientos y, por fin, empiezan a llegar los cambios.

Imagino que probablemente pocas veces te has planteado seriamente invertir en el marketing de tu organización. Pero realmente sabes que necesitas hacer algo para dar a conocer tus productos y servicios. Lo sé, a mí también me pasaba en mi negocio. Da pereza y siempre hay buenas excusas relacionadas con la falta de dinero y tiempo. Pero en realidad, ambos sabemos que lo que ocurre muchas veces, es que no tenemos ni idea de cómo empezar. Nos enfrentamos a un terreno prácticamente desconocido y, por ello, evitamos salir de la zona que ya controlamos a la perfección y en la que nos sentimos cómodos. No te preocupes, eso nos pasa a todos. A lo largo de estas líneas voy a contarte unas sencillas claves para solucionarlo y conseguir esa actitud proactiva que tanto te va a reportar.
¿Por qué y para qué necesitamos ser proactivos en nuestro negocio?
En general, en cualquier negocio, ser proactivo es fundamental para conseguir el éxito. En un entorno laboral tan cambiante como el actual, la proactividad es una de las claves esenciales para conseguir sobrevivir en un mercado excesivamente competitivo. Como profesionales, debemos conseguir gestionar la incertidumbre de la mejor forma posible y solo lo haremos, si conseguimos adelantarnos a los acontecimientos venideros.
Da igual cual sea tu sector profesional. Lo realmente importante es tener una actitud proactiva que te permita adelantarte a las demandas de tus clientes y a tu competencia. Debes ir un paso por delante para detectar las oportunidades del mercado que puedan resultar interesantes para tu negocio y, si lo haces antes que el resto, mucho mejor. Ya sabes que si eres el primero en hacer algo, las probabilidades de éxito se multiplican.
Imagina que tienes una academia de idiomas, sector con mucha competencia, así que piensa qué recursos puedes emplear para destacar frente a tus competidores y atraer más alumnos. Intenta, por ejemplo, poner en marcha actividades que no hayas realizado nunca y que puedan captar nuevos estudiantes. Ofrece una clase especial y gratuita con un profesor nativo para padres interesados en practicar inglés de negocios y luego ofréceles un descuento si se apuntan al curso que vas a impartir o apuntan a su hijo a la academia.
Consejo: no pretendas poner en marcha grandes acciones. Márcate pequeños retos que sean realistas y puedas conseguir en un plazo lógico. Después observa qué ocurre y con los resultados obtenidos, piensa en el siguiente.
Ejemplos de marketing proactivo
Entonces, ahora te estarás preguntando, ¿por dónde empiezo? Sería un buen comienzo que pusieras en práctica alguna de estos ejemplos de marketing proactivo.
- Investiga sobre marketing. En internet tienes muchísima información y montones de recursos relacionados con el tema. Algunos muy buenos. ¡No los desaproveches! Lee a diario sobre tendencias y herramientas nuevas que te puedan servir para tu plan de marketing.
- Sé constante y paciente. No te desanimes a la primera. Sé que la “infoxicación” o exceso de información a veces llega a ser muy agobiante y decides abandonar, pero te pido que no lo hagas. Recuerda que más vale un pequeño paso hoy que dos o tres dentro de varios días. Te prometo que los resultados al final llegarán y habrá merecido la pena.
- Escucha a tus clientes. Esto es fundamental aunque parezca una perogrullada. Si eres capaz de saber qué necesitan y cuando lo necesitan, llevarás ventaja para ofrecerles servicios o productos a su medida que no podrán rechazar.
- Proponte objetivos alcanzables y realistas. Como antes he apuntado, es mejor dar un pequeño paso hoy que dejar tres pasos para mañana. Comienza planteándote objetivos concretos que sepas que puedes conseguir en plazos realistas. Por ejemplo, puedes tomar la decisión hoy de comenzar a leer sobre marketing al menos un par de artículos diarios durante un mes.
- Implementa pequeñas acciones fáciles. Al igual que con los objetivos, piensa en pequeñas acciones que puedas llevar a cabo con los recursos con los que cuentas en ese momento. Sé realista porque de nada sirve engañarse. No te agobies queriendo implementar un plan estratégico de marketing para conseguir resultados efectivos. Esto suena genial y seguro que acabarás haciéndolo, pero al principio, necesitarás ayuda.
- Busca apoyos profesionales que te hagan despegar. Es estupendo tomar la decisión de pedir ayuda a un profesional que te ayude a alcanzar tus objetivos. Busca a alguien con quien te sientas identificado y cómodo para trabajar y mira sus referencias. No te arrepentirás de tomar la decisión. Eso sí, no creas que lo hará todo por ti. Te va a orientar y te dará soporte pero tú tienes que implicarte al máximo, porque nadie mejor que tú conoce tu negocio.
- Mide los resultados. Después de alcanzar alguno de tus objetivos y llevar a cabo alguna acción concreta, observa qué pasa. ¿Cuál ha sido el impacto de realizar esa acción? ¿Has ganado clientes? ¿Tu web es más visible? ¿Eres más conocido en tu entorno? Ten paciencia porque, generalmente, los resultados no llegan de un día para otro. Recuerda que hay que ser constante.
- Si te equivocas, vuelve a empezar. A veces las cosas no salen cómo y cuándo queremos. El marketing no son matemáticas. Algunas tácticas que emplees darán mejores resultados que otras. Es un proceso de prueba-error o prueba-acierto en el que hay que ser muy observadores. Si algo no funciona se cambia y se intenta con una nueva acción.
- Ten una mente positiva. Proactividad y pensamiento positivo van de la mano. Esta actitud es fundamental en el proceso. Vas a asumir nuevos retos y debes hacerlo con positividad y con un alto grado de motivación. A veces, la motivación es escurridiza pero intenta inspirarte en cosas que te gusten.
- Saborea los éxitos. Cuando por fin consigas superar el primer reto con resultados positivos, por pequeños que sean, disfrútalo y conserva esa sensación de felicidad en tu mente para rescatarla en el próximo desafío. ¿Recuerdas la emoción que te causó tener tu perfil de Facebook abierto y conseguir tu primer fan? ¿O la felicitación de tus profesores y alumnos por la estupenda página web del centro? Quédate con esas impresiones y cuando decaigas, recuerda que se puede hacer porque ya lo hiciste antes.
Para terminar me gustaría proponerte un artículo del blog www.masymejor.com (que es estupendo y te recomiendo que sigas) donde tratan el tema de la proactividad empresarial por si quieres profundizar más en este tema. Verás que son expertos en proactividad y productividad, esos conceptos que nos llevan de cabeza a más de uno.